Hoy solo habrá palabras intensas, palabras que me calan día a día porque soy yo misma quien las repite
fría y silenciosamente.
Mi cuerda estaba ya floja desde hace tiempo. Soy el tipo de persona que no se detiene a ver cuantas heridas tiene, ni los daños causados en el proceso.
Así que... ya saben. Una herida que no es tratada, o no lo es apropiadamente, puede empeorar.
Así paso con mi cuerda, al final se rompió.
Ahora si me están leyendo, les pregunto a ustedes ¿Qué significa para ti la cuerda?.
¿Qué tanto te duele la herida?
¿Cambiarías de cuerda?...
Yo la guardaré... Porque soy tan tonta, que esa cuerda lo era todo para mi. Pero yo no lo era todo para la cuerda.
Y se rompió.
Y yo me rompí.
Y todo se acabó.
Ahora intento pegar mi cuerda.... aunque ya no sea igual.
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